Me llamo Brenda Salazar y soy la actual Miss Universo Cataluña 2025. Tengo 28 años y aunque nací en Miranda de Ebro, con tan solo un año mi familia se trasladó a Cataluña por motivos laborales. Desde entonces, esta tierra no solo se convirtió en mi hogar, sino también en el lugar donde crecí, soñé y empecé a construir la mujer que soy hoy.
Mi infancia no fue fácil. Sufrí bullying durante años, pero esa etapa me hizo más fuerte, más empática y con el corazón aún más firme. A los 16 años empecé a trabajar como modelo profesional, compaginándolo con mis estudios. Tuve la suerte de desfilar en eventos como la Bridal Week de Barcelona y la 080 Barcelona. El modelaje me enseñó a creer en mí, a mirarme con otros ojos y a construir mi autoestima desde dentro.
Estudié tres años de Turismo, pero la vida me obligó a hacer una pausa tras la pérdida de dos familiares muy cercanos. En ese momento decidí estudiar para ser azafata de vuelo y obtuve el título de Tripulante de Cabina de Pasajeros. Estaba lista para emprender una nueva aventura en el extranjero, pero cuando a mi madre tuvieron que operarla de urgencia, decidí quedarme a su lado. Ella, una mujer maravillosa y fuerte a pesar de su discapacidad, es mi mayor inspiración y no dudé ni un segundo en priorizarla.
Durante ese tiempo encontré una nueva vocación: estudié para ser Higienista Bucodental. Me enamoré de esta profesión porque me permite ayudar a las personas a sonreír con confianza. Creo firmemente que afrontar la vida con una sonrisa sincera la hace mucho más bonita.
Desde pequeña también he llevado la música en el corazón. Estudié en una academia desde los 6 hasta los 18 años, especializándome en piano y lenguaje musical. La música ha sido siempre mi refugio, una parte profunda de mi identidad.
Hoy, como Miss Universo Cataluña, mi misión va más allá de una corona. Quiero ser una voz que inspire, una imagen que motive a otras personas a no rendirse, a luchar por sus sueños, y a creer en su valor. Estoy trabajando en un proyecto social que ayude a quienes no pueden acceder a tratamientos odontológicos y dar educación para la salud bucodental, porque la educación y la salud deberían estar al alcance de todos y estas pueden salvar vidas.
Ser Miss Universo Cataluña no es el final del camino, es el inicio de algo más grande. Hoy me siento como una mariposa que, después de un proceso de transformación profundo, está lista para volar hacia el universo y sembrar una semilla de cambio. Porque estoy convencida de que, a veces, un pequeño gesto, una palabra, o una historia… pueden mover montañas.



